Es, por tanto, una defensa de la libertad individual (y no a costa de la del prójimo, como en el caso del liberalismo), un respeto por las minorías (frente a las imposiciones de una supuesta mayoría, como es el mismo sistema de la democracia parlamentaria) y un rechazo de todo intento uniformador de una identidad colectiva (nacional, religiosa o de cualquier otra índole, siempre sustentadora de las jerarquías). Se trata, la del anarquismo, de una visión libre y enriquecedora del desarrollo cultural, con una crítica permanente a la tendencia a establecer un modelo ideal del individuo, al estatismo y a la rigidez normalizadora. El anarquismo no posee una idea preestablecida de cómo debe ser el individuo, y será él mismo el que decida libremente cuáles serán sus características personales. Por supuesto, este sistema social propiciado por el anarquismo entra, o puede entrar, en dificultades cuando existen individuos con tendencias claras a no respetar el derecho a la diferencia y al propio desarrollo de cada individuo. Nadie dijo que fuera sencillo, la sociedad propuesta por los anarquistas es compleja. De hecho, puede parecer de entrada paradójico esa defensa de la libertad individual, del propio desarrollo y construcción de una identidad personal (algo que invita a la independencia y a la individualidad), en un contexto social en el que se necesita al mismo tiempo (o por ello) a los demás. Recuperamos así la hermosa, y muy utilizada en la difusión ácrata, cita de Bakunin sobre la libertad individual, que no se limita con la de los demás, sino que se enriquece y completa. Podemos extender esa visión también a la construcción de la identidad personal. Cada persona, en infinidad de interacciones con los demás, y en contextos complejos y plurales, va edificando una identidad personal, que nunca tiene que ser necesariamente estática.
Reflexiones desde Anarres
Blog integrado por reflexiones sobre el anarquismo, o mejor dicho, los anarquismos y sobre toda forma de emancipación individual y colectiva
domingo, 25 de febrero de 2024
El anarquismo y la construcción de la identidad personal
Es, por tanto, una defensa de la libertad individual (y no a costa de la del prójimo, como en el caso del liberalismo), un respeto por las minorías (frente a las imposiciones de una supuesta mayoría, como es el mismo sistema de la democracia parlamentaria) y un rechazo de todo intento uniformador de una identidad colectiva (nacional, religiosa o de cualquier otra índole, siempre sustentadora de las jerarquías). Se trata, la del anarquismo, de una visión libre y enriquecedora del desarrollo cultural, con una crítica permanente a la tendencia a establecer un modelo ideal del individuo, al estatismo y a la rigidez normalizadora. El anarquismo no posee una idea preestablecida de cómo debe ser el individuo, y será él mismo el que decida libremente cuáles serán sus características personales. Por supuesto, este sistema social propiciado por el anarquismo entra, o puede entrar, en dificultades cuando existen individuos con tendencias claras a no respetar el derecho a la diferencia y al propio desarrollo de cada individuo. Nadie dijo que fuera sencillo, la sociedad propuesta por los anarquistas es compleja. De hecho, puede parecer de entrada paradójico esa defensa de la libertad individual, del propio desarrollo y construcción de una identidad personal (algo que invita a la independencia y a la individualidad), en un contexto social en el que se necesita al mismo tiempo (o por ello) a los demás. Recuperamos así la hermosa, y muy utilizada en la difusión ácrata, cita de Bakunin sobre la libertad individual, que no se limita con la de los demás, sino que se enriquece y completa. Podemos extender esa visión también a la construcción de la identidad personal. Cada persona, en infinidad de interacciones con los demás, y en contextos complejos y plurales, va edificando una identidad personal, que nunca tiene que ser necesariamente estática.
viernes, 16 de febrero de 2024
Historia, civilización y progreso
No se anda con rodeos Murray Bookchin, en este libro y lanza un ataque furibundo contra los que denomina "intelectuales posmodernistas" y a las convenciones culturales creadas por ellos, derivadas de un relativismo social, político y moral. Abunda Bookchin en epítetos sobre las características de este conjunto relativista, aunque no vamos a reproducirlos sin más por requerir, a mi modo de ver las cosas, de las debidas matizaciones. Los autores posmodernos critican una visión teleológica de la Historia, mientras que Bookchin sigue reclamando un sentido histórico (lo cual, no supone una reivindicación de ningún proceso) en aras de una sociedad racional. La crítica a ese relativismo posmoderno estaría en la reducción que realiza de la historia a "historias" caracterizadas por el eclecticismo, en su denigración del término civilización por primar sus componentes irracionales y por negar que el progreso conlleve consecución alguna de la libertad en beneficio de cierta autonomía personalista. Como ya dijimos, los adjetivos abundan en este texto de bookchin y no estoy seguro de que no caiga en una simplificación excesiva, a pesar de su evidente erudición y fortaleza intelectual, ya que sus críticas dirigidas a autores posmodernos abundan en palabras como "nominalistas", "neoprimitivistas", "nihilistas" o "antihumanistas".
viernes, 2 de febrero de 2024
García Calvo, la subversión permanente de la realidad
domingo, 21 de enero de 2024
El federalismo y las propuestas libertarias
domingo, 14 de enero de 2024
Max Stirner, sobre el "único" y su propiedad
El 26 de octubre de 1806, nace en Bayreuth (Baviera) Johann Kaspar Schmidt al que se recordaría por su seudónimo Max Stirner (el cejas). Estudió teología, filosofía y filología clásica, aunque no llegará a doctorarse y se le terminó impidiendo, como era su deseo, dedicarse a la docencia. Acabó sobreviviendo como publicista y traductor. A partir de 1837, será asiduo durante años del grupo de la izquierda hegeliana (los libres), y Engels parece que llegó a decir de él que era la cabeza más lúcida y profunda de aquel círculo de filósofos revolucionarios. Con el tiempo, los jóvenes hegelianos se escinden en dos tendencias: unos, integrados por Ruge, Hess y Marx, marcan distancias respecto a Hegel; otros, entre los que se encuentra Stirner, se esfuerzan en una revolución de las conciencias mediante una crítica pura de carácter ateo, carente de reglas y absolutamente negativa. La espectacular obra con la que Stirner pasaría a la posteridad supuso un gran escándalo y causó gran revuelo entre los intelectuales. Muestras de que atrajo gran atención son las reseñas críticas que le dedicaron Mosses Hess y Ludwig Feuerbach, así como el hecho de que Marx y Engels le dediquen, en La ideología alemana, más atención que a cualquier otro autor. La primera edición de 1844 se agotó rápidamente, por lo que se reimprimirá enseguida, aunque la gloria será efímera. La vida personal de Stirner no fue muy alentadora e incluso acabaría en prisión, durante 1853 y 1854, por deudas impagadas, para morir por enfermedad el 25 de junio de 1856.
lunes, 25 de diciembre de 2023
Reflexiones sobre el posanarquismo
Uno de los personajes centrales, en torno al posanarquismo, sería Saul Newman, que hay quien asegura que acuñó el término a partir del posestructuralismo y más tarde lo asentó en su obra From Bakunin to Lacan (1999); la visión de Newman es deudora de la filosofía posmoderna, con su rechazo al esencialismo, a cualquier tipo de naturaleza humana e incluso al concepto de revolución. En Anarquismo es movimiento, en cambio, se dice que el término proviene de Hakim Bey y de su texto Post-Anarchism Anarchy (1987), especie de alegato contra el inmovilismo de algunas organizaciones anarquistas y contra el anarquismo convertido en ideología (sic). No obstante, parece ser en 1994, con la obra de Todd May The Political Philosophy of Postestructuralism Anarchism, donde se define lo que va a ser la visión posanarquista al incorporar elementos conceptuales provenientes del posestructuralismo. En 2002, aparece otra obra llamada Posmodern Anarchism, donde se apuesta por la vinculación con la filosofía posmoderna. En definitiva, es cierto que en la última década se han multiplicado los textos posanarquistas, que pueden considerarse un intento de hibridar el anarquismo con el posestructuralismo a partir de la teoría radical contemporánea iniciada en Mayo del 68 en París.
sábado, 9 de diciembre de 2023
"El maestro que prometió el mar", Antonio Benaiges y el método pedagógico Freinet
El maestro que prometió el mar es una película que está ahora mismo en la cartelera española, con cierto éxito, ya que se estrenó el 10 de noviembre; está dirigida por Patricia Font, con guion de Albert Val sobre la novela de Francesc Escribano. Nos cuenta la historia del maestro Antonio Benaiges, miserablemente asesinado por los falangistas al comienzo de la Guerra Civil, y lo hace a través del presente cuando una mujer descubre que su abuelo buscaba los restos de su padre en Burgos también desaparecido y es posible que sus restos se encuentren en una fosa común. De esta manera, la película nos narrará dos historias conectadas en diferentes épocas: la de Ariadna en 2010 cuando, a través de la búsqueda de los restos de su bisabuelo, conoce la historia de Benaiges en 1935, un maestro de Tarragona que es trasladado a una pequeña escuela de Bañuelos de Bureba en Burgos. Allí, se enfrentará a las fuerzas vivas del pueblo con un innovador método pedagógico; el título alude a que sus alumnos nunca habían visto el mar y les promete hacerlo, como símbolo de apertura hacia el mundo y un horizonte vital mucho más amplio.